Un papá del Colegio en la misión de paz de ONU en Haití

Martín Álvarez (padre de Alfonso y Lorenzo, alumnos del Colegio) es militar de profesión y está trabajando desde fines de 2015 en Haití, como Jefe de la sección de planes y políticas estratégicas del componente militar de la Misión de paz de Naciones Unidas. En una entrevista realizada por Juan Andrés Torres (alumno de 3º de liceo), Martín resume la experiencia que está viviendo en la nación centroamericana, una de las más pobres del mundo, recientemente castigada por el huracán Matthew.

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¿Qué responsabilidades conlleva su cargo?

Naciones Unidas en Haití está representada por muchas entidades distintas. Por ejemplo y entre otros, posee un componente electoral, otro de derechos humanos, otro de asuntos políticos, un componente policial y un componente militar.

El componente militar, está integrado por contingentes de muchos países que cumplen distintas funciones. Hay un hospital argentino, una unidad de helicópteros de Chile y otra de Bangladesh, dos unidades de ingenieros militares (una de Brasil y otra de Paraguay), una unidad de policía militar de Guatemala otra unidad de seguridad de Filipinas y tres unidades de infantería: una de Brasil, otra de Chile y otra de Uruguay.

Para la coordinación de todas esas tropas, existe el Estado Mayor que, para entenderlo mejor, está integrado por una suerte de gerencias que atienden distintos aspectos: recursos humanos, logística, comunicaciones, etc.

Una de esas ‘gerencias’ es mi oficina. Allí llevamos adelante la planificación de mediano y largo plazo para cumplir con todos los requerimientos que nos sean planteados. Somos los que tenemos que ver hacia el futuro. Hoy, nuestro desafío más grande es planificar cómo y cuándo nos retiraremos de Haití.

En mi oficina trabajan un argentino, un canadiense, una haitiana y un filipino.

En total, en todo el componente militar, están representados 21 países, muchos latinos, pero también de culturas tan distintas a la nuestra como Sri Lanka, Nepal o Bután. Esa diversidad cultural lo transforma en un trabajo sumamente enriquecedor.

¿Cuál es la situación actual en Haití?

En este momento Haití está intentando llevar adelante un proceso electoral que se ha postergado mucho en el tiempo. Es un pueblo muy sufrido, que de un modo u otro ha sabido reponerse a numerosísimos episodios trágicos. Haití fue el segundo país en América en lograr su independencia, luego de Estados Unidos, lo que los hace muy orgullosos de su soberanía.

A pesar de esto, ha tenido muchas dificultades para encausarse institucionalmente, lo que sumado a varias catástrofes naturales que han asolado al país, explica por qué las Naciones Unidas se encuentran aquí con el propósito de ayudarlos a afirmarse y, ni bien sea posible, dejar el país para que siga adelante por sus propios medios.

La seguridad es un poco complicada, pero de todos modos está mucho mejor que hace unos años, cuando operaban bandas de delincuentes muy organizados y fuertemente armados. La policía haitiana está cada vez mejor preparada, lo que dentro de poco permitirá que las fuerzas de seguridad de Naciones Unidas puedan dejar la misión.

Desde el punto de vista humanitario, Haití acaba de ser golpeada muy cruelmente por el Huracán Matthew, el más destructivo de los últimos 52 años. Es una situación muy dolorosa porque el país todavía se está levantando del terremoto de 2010, cuando esta nueva desgracia les ocurre. Además de todas las victimas que provocó el huracán en su pasaje, ahora muy probablemente vendrán otros problemas sanitarios y de escasez de alimentos.

A pesar de todo, es un pueblo que enfrenta su realidad con alegría. Son muy trabajadores también. Otra característica bien interesante es que son muy piadosos. Es lindo verlos los domingos vestir sus mejores ropas para ir a misa los católicos, o a sus templos, los que profesan otras religiones.

¿Qué lo llevó a dedicarse a la carrera militar?

Creo que es pura vocación, pero además en mi familia somos muchos los militares, por lo que se dio naturalmente.

¿A qué lugares lo ha llevado su profesión?

He hecho algunas capacitaciones profesionales en el extranjero, pero creo que lo más interesante que me había pasado hasta ahora, fue estar desplegado en la República Democrática del Congo con las Naciones Unidas durante 2007 y parte de 2008.

Además de la familia, ¿qué es lo que más se extraña?

Muchas cosas: los amigos, ir al fútbol, ir a pescar, y comer un buen asado. También he hecho buenos amigos en la misión, lo que en verdad ayuda a compensar un poco el estar lejos de la gente querida.

Tengo entendido que trabajó años atrás en Monte VI como profesor de Historia. ¿Qué cosas rescata de esa experiencia?

Fue muy enriquecedor. Ya tenía experiencia como profesor en el ambiente militar, pero fue la primera vez que trabajé con muchachos a nivel liceal. Me hizo recordar mucho mis tiempos de estudiante en el Liceo Militar que, en aquel momento, junto con el Monte, eran los únicos colegios solo de varones.

Una cosa que me sorprendió muy gratamente es que cuando uno debía observar a algún muchacho por algo que no estaba bien, inmediatamente, con humildad y respeto pedía disculpas. Lamentablemente no es algo común hoy en día.

Siempre me pareció algo que hablaba muy bien de la formación humana de los muchachos, donde la casa y el colegio suman esfuerzos para darle a la sociedad hombres de bien.

Trabajar en el Monte fue una de las cosas más desafiantes y divertidas que hice en mi vida. 

¿Le gustaría volver a las aulas? En caso afirmativo, ¿qué materia le gustaría enseñar?

Si, en verdad me encantaría. No sé cuándo será el momento porque en mi profesión a veces uno no dispone de mucho tiempo para realizar una tarea en paralelo. De volver a hacerlo, me gustaría que fuera Historia.

Este año tuvo la experiencia de trabajar con un grupo de Primaria de Monte VI vía Skype. ¿Qué le pareció esa experiencia?

Desde el momento en que Diego (García) me lo propuso, me pareció fantástico. Además de la experiencia nueva para mí, estaba el hecho de que era la clase de mi hijo Lorenzo, y la propuesta era charlar sobre un tema que me apasiona, como lo es la Revolución Oriental. Me sorprendieron mucho las preguntas de los muchachos. Al final, creo que no pudimos cumplirle a Diego con lo programado ya que hablamos de tantas cosas antes que casi nos quedamos a medio camino de Las Piedras. Fue buenísimo. Espero que ellos lo hayan disfrutado tanto como lo disfruté yo.