Visita a lo de Raquel Rodríguez, una figura que dejó huella en el Colegio

Raquel Rodríguez dedicó buena parte de su vida a sacar adelante el Colegio: entró a trabajar en el Monte en 1982 y se retiró en 2014. Con la iniciativa ‘El Monte no se olvida’, el Colegio quiere reconocer la labor de quienes dejaron todo por Monte VI a lo largo de muchos años de trabajo. Así, el sábado 2 de setiembre, visitamos a Raquel en su casa de Punta Yeguas.

El pasado 2 de setiembre, cinco alumnos de 2º de liceo, junto a Ignacio Arhancet –padre de esa clase-, y a ‘Joseto’ Varela y Luis Alberto Cat, visitaron a Raquel en su casa quinta de Punta Yeguas, y disfrutaron de dos horas bien agradables junto a una figura muy querida por alumnos, exalumnos y personal del Colegio.

Ese día en Los Ceibos, Patrick Hobbins, Juan Pedro Irureta, Santiago Gaudiano, Francisco Narancio y Pedro Arhancet, alumnos de 2º de liceo, le habían ganado un partido increíble a la Scuola Italiana con la sub 14 de Monte VI: 6 a 5, en los descuentos, luego de ir perdiendo 5 a 3.

Al terminar el fútbol, y casi sin tiempo de festejar, arrancaron rumbo a Punta Yeguas con Ignacio Arhancet y Luis Alberto Cat y, Google Maps mediante, llegaron sin problemas a lo de Raquel Rodríguez, en la otra punta de Montevideo.

En el predio donde viven Raquel y sus hermanos, la familia tiene una bodega –Rodríguez Hnos- que ha sido la principal fuente de trabajo para cuatro generaciones. Sus orígenes se remontan a la década de 1930.

Nada más llegar, Raquel inició una más que disfrutable visita guiada por las instalaciones de la bodega. También hubo tiempo para sacar algunas fotos delante de los viñedos y en otros lugares del predio. Luego llegó el momento de compartir sándwiches y masitas.

Varios de los chicos de 2º de liceo que fueron a visitar a Raquel integraban el coro del Colegio cuando ella tocaba el piano y lo dirigía junto a Francisco Verde.

También hubo tiempo para rememorar anécdotas de los tiempos de Monte VI en la vieja sede de Millán y, ante la pregunta de Pedro Arhancet, comentó que “lo que más se extraña del Colegio es la gente”.

Raquel trabajó en la recepción de Monte VI, fue secretaria ante Secundaria, dio clases de Religión a alumnos de Primaria, se encargó del coro religioso –junto a Francisco Verde- y desarrolló varias tareas más.

Siempre de buen humor, pendiente de todos quienes trabajaban a su alrededor, ha sido de las personas que dejó huella en la historia de Monte VI. Quedó claro que tiene muy presente al Colegio y que el Monte la recuerda con especial cariño.